La clasificación se centra en materiales específicos de los residuos mediante magnetismo, inducción, clasificación óptica y manual.
Se monta una cinta magnética o un imán sólido sobre una cinta transportadora y se extraen las piezas de hierro del flujo de residuos.
Las corrientes de Foucault se utilizan para empujar los metales no ferrosos con (electro)imanes a contenedores de recogida separados, mientras que los residuos no metálicos caen en otro contenedor.
Los empleados se sitúan junto a una cinta transportadora y retiran manualmente los materiales, ya sea en clasificación positiva o negativa. La clasificación positiva se centra en identificar y eliminar una fracción deseada del flujo de residuos de entrada. La clasificación negativa se centra en identificar y eliminar una fracción no deseada del flujo de residuos.
Con sensores específicos se identifican y clasifican los materiales:
Un imán se utiliza para separar las piezas de hierro de un flujo de residuos sólidos. El imán puede ser estático, o puede combinarse con una cinta transportadora, para transportar las piezas de hierro automáticamente a un contenedor. Un imán estático sólo se utiliza para pequeñas cantidades de hierr
Las cabinas de clasificación se utilizan para separar manualmente diferentes fracciones como madera, ferrosos, no ferrosos y plásticos.
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