Gertie: “En el primer año cuando empecé, hice todo solo. En algún momento descubrí que gané 2 florínes y 50 centavos por hora. Cada semana trabajé 25 horas más, en ese momento todavía además de otro empleo. Todos me burlaban. Hice todo solo”. Van den Hurk se dió cuenta rápidamente que también se necesita otros para lograr algo.
“Por eso decidí en el segundo año no más hacer todo solo. Primero contraté a personas para 10 horas, luego para 20, hice los dibujos y ellos lo realizaron. Las mesas de dibujo estaban en el dormitorio. Mi esposa llevó la contabilidad y la guardaba en un armario”.
Negocio familiar
A lo largo de los años el negocio sigue creciendo. No solo más personal, pero también a lo largo de los años los tres hijos de Van den Hurk han venido a trabajar en el negocio, cada uno con su propia especialidad. Hoy en día Colubris es un competidor mundial en el campo del tratamiento de las aguas residuales, del reciclaje de los residuos y de las soluciones para biorecursos. Pero sigue siendo un negocio familiar, donde nos mantenemos conscientes de que nunca podemos hacerlo solos.